miércoles, septiembre 26, 2007

(infierno) (2)

En cambio el infierno personal de Carlos consistiría, según dijo, en un enorme reloj que cubriría toda una pared de su dormitorio (o podría ser el techo, agregó) y que nunca dejaría de funcionar y emitiría un tic tac pequeño para las dimensiones pero siempre audible. Él estaría en su cama y miraría hacia un costado (o hacia arriba, si fuera el techo) y no escaparía a esa cosa fuera de toda proporción.