Una opinión: Entre tantos académicos dedicados a la mera y obsesiva acumulación de méritos en pos de una carrera definida por otros académicos especularmente dedicados a lo mismo, es decir dedicados a una carrera que es, casi en suma, un no pensar sistemático, Sandino Núnez se dedica a pensar, es decir: a hacer lo único que justifica a un académico.
"Todo el
ars erotica que promovía Foucault como gesto indócil contra la
sexualidad de Estado estaba destinado a convertirse en un
ars obscena cuya complicidad con la disciplina, la medicalización y la policialización del cuerpo es bastante evidente".
Fragmento de la nueva publicación en su blog. Lean: