sábado, octubre 31, 2009

Cualquier otra cosa, mismo

Los críticos de cine pueden ser personas lúcidas, no me cabe la menor duda. A pesar de lo que escriben.
Días atrás, mientras esperaba los resultados electorales, miré, para distraerme, Anything else de Woody Allen, película generalmente castigada por los críticos. La opinión más común: un refrito, casi una mala copia de las viejos clásicos de Allen, en particular de Annie Hall y de Broadway Danny Rose. No hay caso, el viejo está acabado. Por favor, Mr. Allen, deje de filmar por un tiempo, le hará bien.
No abro juicio sobre los períodos laborales del cineasta, y coincido en que repite aquí escenas casi completas de esas películas. Las repite de una manera tan obvia que sólo puede ser deliberada.
Vamos, es intencional y no comprendo cómo los críticos no lo descubrieron. Toma momentos clave de Annie Hall y de Broadway Danny Rose para mirarlos -y juzgarlos- desde un punto de vista radicalmente distinto, como si dijera: "Bueno, miren, cuando filmé aquellas películas que tanto gustaron, yo creía que las cosas eran de esa manera, más bien romántica y optimista, pero ahora, treinta años después y con más experiencia de la vida, las veo de una manera dura y pragmática que casi niega la anterior".
No hay otra lectura posible para Anything else. Un fuerte ajuste de cuentas del viejo Allen con su antiguo yo y, quizás, con sus antiguos seguidores.

¿Es capaz de eso un viejo acabado?